La experiencia de China sugiere que la vida social sufrirá incluso cuando la vida laboral vuelva a la normalidad.
The Economist acuñó el término «economía del 90%» para describir lo que sucederá a medida que los bloqueos se alivien en todo el mundo. Bajo estrictos bloqueos, las economías tienden a operar a aproximadamente el 60% de su capacidad, sugiere el análisis de Goldman Sachs. Pero a medida que se alivian, esa cifra aumenta al 90%. Muchas oficinas y fábricas vuelven a abrir, pero no todas lo hacen, y es probable que las personas, temerosas de infectarse, eviten muchas actividades sociales. El desempleo es estructuralmente más alto, y está particularmente concentrado en ocupaciones que dependen de mucho contacto cara a cara. Según una estimación, si los estadounidenses eligen evitar la proximidad de persona a persona de la longitud de un brazo o menos, las ocupaciones que valen aproximadamente el 10% de la producción nacional serían inviables.
Pero la idea de la economía del 90% también captura algo cualitativo. La economía del 90% se caracterizará, sin duda, por el alivio, el sentimiento de compañerismo y la nueva estima o estima para quienes han trabajado para mantener a las personas seguras.
Una gama de datos en tiempo real respalda esta tesis. El análisis realizado por Tang Jie, de la Universidad de Pekín, revela que los viajes en metro durante los días de semana en China se han recuperado más rápido que los de fin de semana, lo que sugiere que las personas están más preparadas para viajar por trabajo que por placer.